¿Mi alimentación influye en el tiempo que viviré y cómo envejeceré?
La esperanza de vida de la población de los países desarrollados ha aumentado de una forma sustancial en los últimos decenios, situándose en la actualidad por encima de los 83 años en el caso de España. Además, cada vez un porcentaje mayor de individuos llega a edades muy avanzadas superando a menudo los 100 años de edad.
La investigación sobre el envejecimiento, y en particular la búsqueda de los determinantes sobre el envejecimiento saludable y la longevidad ha estado en auge en las últimas décadas. Una de las principales preguntas que se han hecho los investigadores es como se relacionan nuestros antecedentes genéticos y nuestro estilo de vida.
Los estudios en familias demostraron que nuestra genética determina aproximadamente el 25% de la variación en la longevidad humana. En los estudios de investigación se han encontrado genes y moléculas relacionados con el mantenimiento de las células y su metabolismo básico que afectan al envejecimiento.
Sin embargo, la mayor parte de la variabilidad en cuanto a envejecimiento y longevidad está determinada por los factores no genéticos, también llamados ambientales. Nuestras condiciones de vida, la alimentación, el medio ambiente, las enfermedades que suframos o el ejercicio físico que practiquemos a lo largo de nuestra vida será lo que mayor influya en que envejezcamos saludablemente o nuestra vida sea más larga.
Estos factores ambientales provocan modificaciones epigenéticas en nuestros genes, es decir, nuestro estilo de vida modifica como se expresan nuestros genes. Nuestra forma de comer influirá en nuestra forma de envejecer. Esto se ha estudiado ampliamente tanto en animales como en humanos.
Una de las dietas más estudiadas y que más efectos beneficiosos provocan en la salud es la dieta mediterránea. La dieta mediterránea ha demostrado reducir el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes o insuficiencia cardiaca como enfermedades agudas como el infarto de miocardio o accidente cerebrovascular. Además la dieta mediterránea ha demostrado ejercer efectos protectores y aumentar la esperanza de vida.
La dieta mediterránea tradicional es un patrón alimenticio que se caracteriza por un alto consumo diario de alimentos de origen vegetal (vegetales, frutas, nueces, legumbres y cereales sin procesar), el consumo semanal de pescado y carnes (especialmente carnes blancas, evitando carnes rojas y procesadas) y el uso de aceite de oliva como grasa principal. Esta alimentación combina muchos elementos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
En 2018 se llevó a cabo un metaanálisis que incluyó a 7447 personas en el que se mostró que las personas que seguían una dieta mediterránea tenían una disminución del 30% en el riesgo de desarrollar diabetes. Los estudios también han demostrado que los pacientes que ya padecen una enfermedad crónica como la diabetes mellitus se benefician de seguir una alimentación mediterránea.
La dieta mediterránea fue más efectiva para ayudar a los pacientes a perder peso, tener un mejor control glucémico y mejorar el riesgo cardiovascular de los pacientes diabéticos.
Se cree que la protección que genera la dieta mediterránea es debido a sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Esta alimentación es rica en nutrientes protectores como la fibra, las vitaminas, los minerales y los polifenoles, así como pobre en nutrientes proinflamatorios, como ácidos saturados y trans, azúcares refinados y almidones.
Afortunadamente Murcia, por su clima y su localización es una zona privilegiada. Nuestra gastronomía se basa en las frutas, verduras y cereales de nuestra huerta, los pescados del litoral y carnes blancas como el pollo, conejo y cerdo. El uso de elaboraciones sencillas y el aceite de oliva virgen extra hacen de la gastronomía murciana una gastronomía sana, rica y mediterránea.
¡Aprovechémonos de ello! ¡Una dieta sana y un estilo de vida saludable determinaran como envejecemos y cuanto vivimos!
«Gracias a Laura Bernal» Médico de Familia y alumna en prácticas en los centros Nutriban, la cual nos ha ayudado a realizar este post, durante su periodo de formación externa.
Juana María Matallana González
Dietista-Nutricionista
Tecnóloga de Alimentos
MU: 00030