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EPOC, ALIMENTACIÓN Y OBESIDAD

Un estudio revela que 6 de cada 10 pacientes con EPOC padecen obesidad

El exceso de peso y la desnutrición pueden aumentar el riesgo de complicaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Está demostrado que existe una importante vinculación entre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la alimentación, ya que esta última influye en el mantenimiento de una buena calidad de vida para el paciente. Un estado nutricional óptimo es crucial en esta patología debido a que la malnutrición y la desnutrición afectan a la función respiratoria y los músculos respiratorios, que también se ven aquejados cuando hay un déficit nutricional. Y todo ello aumenta el riesgo de complicaciones de esta enfermedad crónica.

 

 

Qué es la EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una afección pulmonar que causa una grave limitación en la capacidad respiratoria y que además provoca tos, fatiga, sensación de ahogo y producción de mucosidad.

Entre los síntomas más habituales de la EPOC, destacan una dificultad continua para respirar, una sensación de opresión en el pecho y sensación de agotamiento permanente. Se trata de una enfermedad crónica porque es de larga duración y progresión lenta: las personas con EPOC sufren secuelas físicas y psicológicas durante años.

 

EPOC, obesidad y malnutrición

Además de causar una grave limitación en la capacidad respiratoria, la EPOC aumenta el riesgo de padecer tanto obesidad como desnutrición. Es más, seis de cada diez pacientes padecen obesidad y entre el 65 % y 80 % no llega a las recomendaciones de consumo de alimentos indicados. Para reducir estas cifras, lo imprescindible es disponer de un buen asesoramiento nutricional que favorezca la mejora en la evolución y pronóstico de una enfermedad.

El estudio ‘Hábitos alimentarios de los pacientes con EPOC’, elaborado de manera conjunta por la Asociación Española de Pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (APEPOC) y la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid, quiere poner luz al respecto. El objetivo es que, a través de una buena alimentación, los pacientes puedan mejorar la calidad de vida.

Para la doctora Paula Crespo, asesora nutricional de la asociación, existe una relación directa entre la alimentación equilibrada y la calidad de vida. “Los pacientes con EPOC deberían contar con el asesoramiento nutricional como parte del abordaje multidisciplinar, ya que es clave para contribuir a mejorar la evolución y pronóstico de la patología”, afirma. Y es que, por lo general, la evaluación nutricional es un aspecto insuficientemente valorado en la práctica clínica diaria.

Alimentación: información sencilla y fácil de aplicar

La relación directa entre una buena alimentación y el bienestar en esta y otras patologías crónicas es crucial. María Martín, coordinadora y paciente de Madrid de APEPOC, afirma que es necesario instruir al paciente de EPOC y sus familiares sobre la alimentación. “Toda la información que ahora poseo y las claves para poder llevar una mejor nutrición lo he averiguado por mí misma”, dice, y señala que esto debería cambiar para mejorar la calidad del paciente.

En este sentido, Pedro Cabrera, coordinador de Canarias, reconoce que antes del diagnóstico de la enfermedad tenía otro tipo de alimentación. Considera que no solo los pacientes sino la sociedad en su conjunto carece de la información necesaria para llevar una dieta equilibrada.

Desde la asociación APEPOC, Nicole Hass, insiste en que abordar todas las cuestiones “que afectan a nuestros pacientes siempre desde la visión científica y empírica” es clave.

¿Qué tipo de alimentación debe seguir un paciente de EPOC?

La recomendación debería ser la misma que para la población general: alimentación saludable, basada en alimentos frescos, priorizando el consumo de frutas, frutos secos, verduras, lácteos y derivados sin azucarar y cereales integrales a diario y consumo de carne blanca, pescado, legumbres y huevo de manera semanal.

Sin embargo, además de la alimentación saludable, es importante destacar que hay algunos nutrientes específicos que son recomendables potenciar en la ingesta diaria de los pacientes con EPOC:

 

  • Magnesio: ayuda a la broncodilatación: Pavo, pollo, almendras, chocolate negro y cereales integrales.

 

  • Selenio: este antioxidante contribuye a prevenir el deterioro, sobre todo en el caso de ser fumador o fumadora: huevos, atún, mejillones y alubias.

 

  • Omega 3: por su efecto antiinflamatorio: salmón, sardinas, nueces y coles de bruselas.

 

  • Calcio y vitamina D: se necesita ingerir los dos en las cantidades adecuadas para asegurar unos huesos fuertes y evitar fracturas. Son imprescindibles si además se toman corticoides: lácteos, brócoli, acelgas, coles de brúselas e higos, champiñones, huevos, atún, salmón y exposición al sol.

 

  • Vitaminas A, C y E: también son antioxidantes naturales y se encuentran en los alimentos con mucho color, como las verduras: fresa, naranja, kiwi, melocotón, tomate, zanahoria, pimiento. Cualquierfruta o verdura con colores llamativos.

¿QUÉ HABITOS DE ALIMENTACIÓN Y SALUD DEBEMOS EVITAR?

Si para la población general hay que evitar el consumo de alimentos y bebidas insanos, cuanto más para un paciente con EPOC, ya que las sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol )vino, cerveza y bebidas espirituosas), dañan nuestro organismo y aumentan los efectos de esta patología, así como el consumo de alimentos procesados (bolleria industrial, embutidos, snaks, helados industriales, salsas industriales, platos preparados), que contienen mucha sal, azucares simples (los malos), grasas saturadas y colesterol (las malas). 

Por lo que, se recomienda consumo cero de este tipo de alimentos.

 

Estas son recomendaciones para el paciente de EPOC de forma general, pero, es recomendable buscar un plan alimentario específico a cada paciente, según sus características y patologías relacionadas, así como adaptar a los gustos personales y costumbres de platos en casa.

 

Consulta en nuestros centros si es tu caso o el caso de algún familiar, podemos ayudarte.

 

Juana María Matallana González

Dietista-Nutricionista

Tecnóloga de Alimentos

Nº Colegiada: MU00030

 

 

 

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